Todo entrenador cuando se incorpora a un nuevo equipo o comienza una nueva temporada desea tener ese líder de vestuario que le ayude en todos los momentos de la competición y aún más en los momentos más complicados. Pero tener un verdadero líder en el vestuario no es una tarea nada fácil de encontrar y a continuación desglosaremos el porqué de esta razón. Nosotros como entrenadores buscamos en ese futbolista, en ese líder, los siguientes aspectos:
- Saber trabajar en equipo.
- Evaluar los resultados.
- Reconocer buenas acciones.
- Ser guía, orientador.
- Dar buenos ejemplos: seriedad, capacidad, respeto, puntualidad, madurez emocional y prudencia, etc.
- Mejorar el ambiente del equipo.
- Motivar a toda la plantilla.
- Dar órdenes factibles de cumplir.
- Delegar eficientemente.
- Defender y representar dignamente a todos los jugadores de la plantilla.
- Demostrar control emocional.
- Corregir en privado.
Todos estos aspectos quedan reflejado en la definición de líder, el cual, se define como aquella persona que actúa como guía o jefe de grupo o equipo, pero teniendo en cuenta, que para que su liderazgo sea efectivo, el resto de los integrantes deben reconocer sus capacidades. Por lo tanto, siguiendo esta definición, un líder, es aquel que habla y predica con el ejemplo para que sus compañeros le sigan.
El liderazgo de un jugador no va relacionado con la experiencia futbolista que tenga, ni con el carácter, ya que vemos muchos casos donde dentro del terreno de juego se es de una manera y fuera de él, se es de otra muy distinta. El liderazgo va relacionado con: compromiso, picardía, compañerismo, empatía y ambición.
Un líder es una pieza clave para el entrenador ya que deposita mucha confianza en él e intenta siempre que sea su prolongación en el terreno de juego, intentando llevar al equipo al objetivo marcado.
En definitiva, si eres capaz como entrenador de encontrar un líder dentro de tu vestuario, ten por seguro que todo será más fácil.
