lkasnd

La burbuja del mercado futbolístico ha aumentado considerablemente desde mitades de los años 90, hasta llegar a un punto en el que difícilmente puede sostenerse. El Paris Saint-Germain ha desembolsado este verano la friolera cifra de 222 millones de euros para la compra de Neymar al F.C. Barcelona, convirtiéndose así en el fichaje más caro de la historia del fútbol. Este hecho ha provocado que los precios de otros futbolistas hayan aumentado de manera irracional, haciendo temblar a los distintos clubes que han intentado reforzar sus plantillas.

pkqjnwdPuede ser goloso pensar la cantidad de jugadores que se podrían fichar con la suma de dinero que el brasileño ha dejado en las arcas del conjunto blaugrana. Si se echa la vista atrás y se observan los traspasos más caros de años anteriores, se podrían adquirir de una tacada jugadores como Figo (60 millones), Zidane (73,5 millones) y delanteros de la talla de Drogba (38,5 millones) o Shevchenko (43,3 millones). Todos los nombrados han sido transacciones realizadas desde el 2000 hasta la fecha actual. En menos de veinte años la evolución ha sido considerable.

Todo hecho tiene su origen y el aumento de las cantidades que se pagan por los futbolistas también. Algunos lo atribuyen al gasto que realizó en la temporada de 1998, el antiguo presidente del Real Betis, Manuel Ruíz de Lopera, comprando el pase de Denilson, por una cifra que hoy sería cercana a los 30 millones de euros. Fue muy sonado, tratándose de un joven de tan sólo 20 años, sin experiencia alguna en Europa. Por otra parte, hay quienes destacan que esta evolución financiera se inició durante la primera etapa de Florentino Pérez a cargo del Real Madrid de los “Galácticos”.

A pesar de todo lo anterior, se puede considerar que el caso “Bosman” fue el verdadero génesis del actual mercado de traspasos. Para aquellos que no lo conozcan, en el año 1990, el futbolista Jean-Marc Bosman iba a finalizar su contrato con el RFC Lieja, equipo que le ofreció renovar un año más, reduciéndole el salario considerablemente. El jugador lo rechazó e intentó fichar por el Dunkerque de Francia, sin embargo, la operación no se cerró porque el equipo belga le había impuesto una cláusula de indemnización al futbolista tras no alargar su vinculación. Poco después, Bosman denunció a su club y a la federación de Bélgica, provocando una serie de consecuencias en el fútbol europeo y a su vez en el mercado de traspasos, que se aplicarían en 1995.

Las dos más importantes fueron la ilegalidad de las indemnizaciones por traspaso y la eliminación de cupos de extranjeros a futbolistas pertenecientes a los estados miembros de la Unión Europea. Estos hechos generaron que los clubes con mayor potencial económico de las grandes ligas pudieran contratar a destacados jugadores sin importar la nacionalidad, siempre que fuesen europeos, provocando así el distanciamiento de equipos como el Real Madrid, Barcelona, Juventus, Bayern Múnich o Manchester United, entre otros, de sus competidores.

Desde entonces, el fútbol ha evolucionado cada vez más hacia un negocio en el que intervienen factores y capitales externos que incrementan las transformaciones de este deporte. Los equipos y jugadores se convierten en marcas propias, máquinas de hacer y generar dinero. El traspaso de Neymar va un paso más allá que los demás, siendo el punto de inflexión que marcará los futuros fichajes, es difícil predecir las cifras que se van a manejar en los próximos años, y si alguien superará al astro brasileño antes de que estalle esta inmensa burbuja económica, pero existe una preocupación latente entre aquellos que conforman el fútbol modesto.

askjas             lkansd

 

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies